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martes, 7 de junio de 2011

Sarita y sus mundos
  Érase una vez, en un rinconcito olvidado del planeta, una niña llamada Sarita. Vivía en un lugar cubierto de vegetación exuberante, de flores hermosas y coloridos pájaros.
   Era feliz en su mundo, jugaba todo el día con los pájaros, y se adornaba de flores silvestres. Le gustaba mucho ese pequeño paraíso en donde vivía.
    Todas las mañanas corría durante horas, reía y respiraba el fresco aroma del bosque.
    Pero un día sus padres decidieron marcharse a la ciudad. No pudo llevar en su maleta el color de las aves, ni el olor de las flores, ni el agua del arroyo que serpenteaba entre las ramas.
    Todo su mundo se oscureció. Ya no podía ver el sol cuando asomaba en las mañanas, porque los edificios lo tapaban, ni tampoco lo veía ocultarse por las tardes como lo veía antes.
    Toda su alegría desapareció. Suspiraba todo el día, soñaba con volver, y ocultaba sus lágrimas para que no la vieran llorar.
    Pasaron los años. Sarita creció y un día dijo adiós a la gran ciudad al bullicio de la gente, al humo de las chimeneas y al ruido ensordecedor del tránsito.
    Regresó.
    Volvió a recuperar su niñez perdida hace tiempo. Regresó a escuchar el silencio, corrió por el bosque sintiendo las caricias del viento en su piel, respiró el perfume delicioso de las flores.
    Y sintió, que ese era su lugar en el mundo, su paraíso, y allí feliz para siempre.

F
I
N
                                                                        Vallarino, Bruno
                                                                                     Vargas, Bruno
                                           

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